Este pueblo medieval conserva murallas intactas desde hace 800 años a orillas del Mediterráneo (el único enclave costero español donde el siglo XII sigue vivo)

Sobre un promontorio mediterráneo donde las olas se rompen contra acantilados escarpados, se alza una visión que parece sacada de un libro de cuentos medievales. Tossa de Mar, el único pueblo costero de España que conserva intactas sus murallas medievales, es el secreto mejor guardado de Cataluña. Vila Vella, su ciudad antigua amurallada del siglo XII, se mantiene en perfecto estado después de 800 años, desafiando al tiempo mientras observa silenciosamente el azul infinito del Mediterráneo.

Un viaje al pasado medieval en pleno Mediterráneo

Caminar por Vila Vella es retroceder en el tiempo. Sus calles empedradas, estrechas y sinuosas, fueron diseñadas para confundir a los piratas que intentaban invadir este enclave estratégico. Las siete torres originales que aún custodian la villa ofrecen panorámicas de 360° que dejan sin aliento incluso a los viajeros más experimentados.

«Aquí el tiempo se mueve a otro ritmo. Cuando el sol se pone y los turistas regresan a sus hoteles, es cuando Vila Vella revela su verdadera alma medieval», comenta María Suñer, historiadora local y guía del casco antiguo.

Tres playas de ensueño bajo la mirada del castillo

Lo extraordinario de Tossa es su capacidad para combinar historia y belleza natural. La Platja Gran se extiende como una media luna de arena dorada justo a los pies de las murallas, creando una postal imposible de olvidar. Mientras tanto, las calas cristalinas como Codolar y Giverola ofrecen rincones más íntimos donde el agua turquesa invita al baño.

La leyenda del Gorg de Sa Blanassa

Los locales hablan en susurros del Gorg de Sa Blanassa, una piscina natural escondida entre rocas donde, según cuenta la leyenda, las sirenas se reúnen en las noches de luna llena. Los pescadores antiguos juraban escuchar melodías cautivadoras mientras navegaban de regreso al puerto, señal de que las criaturas marinas celebraban sus misteriosos rituales.

El legado artístico que cautivó a Hollywood

En 1951, Ava Gardner filmó «Pandora y el Holandés Errante» en estas costas, iniciando la transformación de Tossa de un humilde pueblo pesquero a un refugio para artistas. En el museo municipal, un busto de la actriz recuerda aquella época dorada cuando Tossa fue bautizada como «Babel de las Artes» por la diversidad de pintores y escultores que encontraron inspiración entre sus murallas.

Dónde probar la auténtica «cuina tossenca»

El «Cim i Tomba», guiso marinero tradicionalmente preparado por pescadores directamente en sus barcas, es el plato emblema local. En Sa Roqueta, el antiguo barrio de pescadores junto a Vila Vella, restaurantes familiares como Can Sophia sirven este manjar con recetas transmitidas durante generaciones.

Conexión con la Cataluña volcánica

A solo dos horas en coche se encuentra la sorprendente región volcánica de La Garrotxa, perfecta para una excursión de un día. Este contraste entre el azul costero y el verde volcánico interior muestra la asombrosa diversidad paisajística catalana en distancias muy cortas.

La ruta del Camí de Ronda: el secreto de los contrabandistas

El histórico sendero costero que bordea los acantilados fue durante siglos ruta de contrabandistas. Hoy, este camino ofrece una de las caminatas más espectaculares de Europa, conectando calas secretas solo accesibles a pie y revelando miradores donde el Mediterráneo se extiende hasta el horizonte.

«Este camino guarda las historias de generaciones de tossenses. Cada roca, cada recodo tiene una historia de supervivencia y astucia», explica Joan Martí, descendiente de pescadores y guardián de las tradiciones locales.

Un enclave cultural milenario

Más allá de sus murallas, Tossa conecta con otros tesoros medievales catalanes y la impresionante tradición monástica de la región, formando parte de un patrimonio histórico que ha moldeado la identidad de esta costa.

El momento perfecto: Tossa fuera de temporada

Mayo y septiembre transforman Tossa en un paraíso para viajeros que buscan autenticidad. Con temperaturas ideales, menos turistas y precios más accesibles, este pueblo medieval catalán revela entonces su verdadera esencia, cuando los atardeceres tiñen de naranja las murallas y el mar susurra secretos antiguos.

Al contemplar Vila Vella iluminada al anochecer, uno entiende por qué este rincón de Cataluña ha resistido el paso del tiempo. Tossa no es solo un destino; es un viaje sensorial a través de capas de historia donde cada piedra, cada ola y cada sabor cuenta una historia de resistencia mediterránea. Como un guardián eterno, Vila Vella sigue vigilando horizontes infinitos, invitándote a formar parte de su historia milenaria.