Este pequeño puerto pesquero donde el 97% de visitantes avista ballenas tiene solo 2,300 habitantes (la capital mundial de avistamientos se esconde en el Ártico)

En Húsavík, pequeño puerto pesquero al norte de Islandia, el 97% de los visitantes logra divisar ballenas en su hábitat natural, convirtiéndolo en uno de los destinos más fiables del mundo para este propósito. Este pueblecito de apenas 2,300 habitantes ha ganado merecidamente el título de «Capital Mundial de las Ballenas» gracias a las aguas excepcionalmente ricas de la bahía de Skjálfandi, donde los cetáceos encuentran un festín natural que los atrae año tras año.

El encuentro con gigantes marinos que cambiará tu perspectiva

Las excursiones, realizadas en barcos tradicionales islandeses de roble, duran aproximadamente tres horas navegando por aguas que albergan hasta 23 especies diferentes de cetáceos. No es raro avistar majestuosas ballenas jorobadas saltando, imponentes ballenas azules (los animales más grandes del planeta) o curiosas ballenas minke acercándose a las embarcaciones con natural curiosidad.

«Cuando ves por primera vez una ballena en libertad, algo cambia dentro de ti. Es como si durante unos instantes comprendieras tu lugar en el mundo», explica Sigurður Magnússon, capitán local con más de 25 años de experiencia.

La bahía de las mil historias marinas

La temperatura y profundidad de estas aguas árticas crean el ecosistema perfecto para el krill y pequeños peces que atraen a los gigantes marinos. Mientras las ballenas se alimentan, las embarcaciones mantienen una distancia respetuosa, permitiendo observarlas sin interferir en su comportamiento natural. Esta sensibilidad ha convertido a Húsavík en pionero del turismo sostenible mucho antes de que fuera tendencia.

El ritual del chocolate caliente bajo el sol de medianoche

Una tradición local que encanta a los visitantes es degustar chocolate caliente y bollitos de canela mientras regresan al puerto. Durante los meses de verano, esta experiencia se vuelve mágica bajo la luz del sol de medianoche, creando una atmósfera surrealista mientras las ballenas continúan sus danzas acuáticas en aguas doradas por el sol perpetuo.

Más allá de las ballenas: un universo marino completo

Los tours no solo ofrecen avistamientos de ballenas, sino también encuentros con delfines de hocico blanco, marsopas y diversas aves marinas como frailecillos, charranes árticos y alcatraces. La biodiversidad es tan rica que los capitanes locales bromean diciendo que incluso en los rarísimos días sin avistamientos, la naturaleza compensa con otros espectáculos igualmente fascinantes.

Aventura complementaria: el triángulo dorado islandés del norte

Los viajeros suelen combinar esta experiencia con visitas a las cercanas aguas termales de la Blue Lagoon, formaciones volcánicas en Mývatn y cascadas como Goðafoss. Estos tres destinos, junto con Húsavík, conforman el llamado «Triángulo Dorado del Norte», menos masificado que su homónimo sureño.

«Húsavík es a las ballenas lo que los fiordos noruegos a los paisajes glaciares. No existe mejor lugar en Europa para conectar con estos gigantes del océano», asegura Marta Nilsson, bióloga marina de la Universidad de Reykjavík.

El museo que cambió la historia ballenera islandesa

El Museo de Ballenas de Húsavík merece mención especial. Este centro educativo fue instrumental en la transición de Islandia desde la caza comercial hacia la observación sostenible. Sus impresionantes esqueletos completos y exposiciones interactivas narran la fascinante relación entre humanos y cetáceos a lo largo de la historia islandesa.

Cuándo ir: temporada y recomendaciones prácticas

La temporada de avistamiento se extiende de abril a octubre, aunque junio a agosto ofrece los días más largos y mayor variedad de especies. Los locales recomiendan reservar tours matutinos cuando el mar suele estar más calmado. La temperatura en el océano puede ser 10°C inferior a la terrestre, así que capas térmicas son imprescindibles incluso en verano.

El legado de Fire Saga: cuando Hollywood descubrió Húsavík

La película de Will Ferrell «Festival de la Canción de Eurovisión: La historia de Fire Saga» puso a Húsavík en el mapa global. Los habitantes han abrazado esta fama con buen humor, inaugurando incluso un pequeño museo dedicado a la película. Sin embargo, insisten en que sus verdaderas estrellas siguen siendo las ballenas que surcan sus aguas.

Desde las cascadas del Salto Ángel hasta los fiordos de Nueva Zelanda, he presenciado maravillas naturales por todo el mundo, pero ninguna conecta tanto con lo esencial como ver una ballena emerger suavemente junto a tu barco en las aguas cristalinas de Húsavík. Este rincón de Islandia no solo ofrece el mejor avistamiento de ballenas de Europa, sino una lección de humildad ante la grandeza de la naturaleza que permanecerá contigo mucho después de que las aguas árticas sean solo un recuerdo.