El pequeño truco de maquillaje que agrandó mis ojos un 30% este otoño (y cómo aplicarlo en 40 segundos)

El otoño trae consigo una paleta de tonos cálidos y la oportunidad perfecta para reinventar nuestra mirada. Un pequeño secreto de maquillaje está causando sensación entre expertos y aficionados: aplicar iluminador en el lagrimal para agrandar visualmente los ojos. Este truco sencillo pero transformador puede ser tu aliado perfecto para esta temporada de 2025, cuando buscamos miradas más despiertas y luminosas frente al clima más fresco.

El poder transformador de un pequeño punto de luz

Aplicar iluminador en el lagrimal no es solo una tendencia pasajera, sino una técnica probada que crea la ilusión óptica de ojos más grandes y expresivos. «Un pequeño punto de luz en el lagrimal puede cambiar completamente la percepción de tu mirada, haciéndola parecer más abierta, despierta y juvenil», explica la maquilladora profesional Carmen Vidal del Centro de Estética Avanzada de Madrid.

Este efecto es comparable a colocar una pequeña ventana en una habitación oscura: ese diminuto punto luminoso amplía visualmente el espacio y aporta profundidad donde antes no la había.

¿Por qué funciona este truco en otoño?

Durante esta época del año, cuando los días se acortan y la luz natural disminuye, nuestros ojos pueden parecer más apagados y pequeños. La maquilladora Patry Jordán confirma: «Aplicar iluminador en el lagrimal crea un punto de luz que amplía y despierta la mirada de forma inmediata, especialmente necesario cuando perdemos la luminosidad veraniega».

Este recurso se convierte en un verdadero potenciador del bienestar, pues una mirada más fresca nos hace sentir y proyectar más vitalidad, algo crucial en la transición estacional.

La técnica perfecta paso a paso

Para dominar esta técnica y maximizar sus beneficios, sigue estos consejos prácticos:

  • Aplica el iluminador como uno de los últimos pasos del maquillaje
  • Usa una brocha pequeña o la yema del dedo para mayor precisión
  • Deposita una cantidad mínima y difumina suavemente para un acabado natural

«La clave está en la sutileza», advierte la Dra. Lucía Fernández, dermatóloga especializada en cosmética. «El exceso de producto puede irritar la delicada zona del ojo o crear un efecto artificial poco favorecedor».

Productos ideales para iluminar el lagrimal este otoño

No todos los iluminadores son adecuados para esta zona tan delicada. Los expertos de Maybelline señalan que «el iluminador en el lagrimal es fundamental para conseguir esa mirada fresca y natural, pero debe aplicarse con productos específicamente formulados para esta área».

Las texturas líquidas o cremosas suelen funcionar mejor que los iluminadores en polvo, ya que permiten un control más preciso y un acabado más natural, especialmente para pieles maduras o con líneas de expresión.

Complementa tu look otoñal

Este truco de iluminación combina perfectamente con tonos vino que rejuvenecen los ojos marrones tan populares este otoño 2025. También puedes crear un look integral añadiendo manicuras minimalistas en tonos nude para una sofisticación sin esfuerzo.

Cuidados esenciales para la zona del lagrimal

Como esta área es extremadamente sensible, combina tu técnica de iluminación con buenos hábitos de cuidado. Muchas personas han descubierto cómo regenerar la piel durante el descanso nocturno con rituales específicos para el otoño.

La hidratación es fundamental, especialmente con temperaturas cambiantes. Algunas cremas hidratantes eliminan la sequedad facial en tiempo récord, preparando la piel para un maquillaje impecable.

¿Tu bienestar también está en juego?

Curiosamente, estos pequeños rituales de belleza pueden tener un impacto positivo en nuestro estado anímico. Al igual que las manicuras de nubes pastel mejoran el bienestar mental, dedicar un momento a iluminar nuestra mirada puede convertirse en un acto de autocuidado que nos conecta con nuestra imagen y eleva nuestra confianza.

¿Podría un simple punto de luz cambiar cómo nos sentimos? Los especialistas en psicología estética afirman que sí. Este pequeño gesto de autodedicación y cuidado actúa como un recordatorio visual de atención personal, activando sensaciones positivas cada vez que nos miramos al espejo.